Hoy voy a subir unos poemas.

Estos poemas están recién salidos del horno. Es poesía antropológica
Su autor es un entrañable amigo, anropólogo,hermoso ser y compañero de andanzas en las cátedras académicas y en la vida, desde hace muchos años.
Supimos encontrarnos por los mismos senderos. El dice que fuí su maestra, pero yo también fuí su alumna.

Nos une el mismo amor POR NUESTRA TIERRA .y cuando nos reunimos palpitamos al unísono de este sentimiento.
Que los sepan valorar.POEMAS
Luis Amaya Rocha
I
En el color de mis deseos evoco tu palabra
Voy por los pensamientos de tu sombra.
Tu danza de cristal me vuelve siempre al punto de partida.
El tiempo indescifrable se retira hacia su larga herida
Todo se transfigura, corto los frutos, como padre de la vida.
Es sagrado el movimiento de los que se abrazan
Para cambiar el mundo y amanecer entre los otros.
Los otros todos que nosotros somos.
Nos hermana ese viento en tu danza de río que se curva
Que va desde adentro hacia fuera, dirigido a otros.
Familia somos todos, pactos inmortales en la casa de la muerte.


II
Grito tres veces tierra en Buenos Aires.
Los límites de todas mis naturalezas son desconocidos.
Vuelvo a mi tiempo de adorar el arte
A incluirme en los que aman demasiado la vida.
Traigo secretos de dioses olvidados en el ala del sombrero
Fábulas vivientes de héroes y heroínas embrujados,
Hundiéndose en el desaliento, en un pasado de sangre caliente.
Los que puedan ver mi sombra, sabrán que es nueva cada día,
Oscurecida desde adentro, hombre y bestia en su esplendor.

III
Soy invisible en este arte elevado de plata y zafiros.
Grito vivas por todas las cosas que me nombran
Los girasoles de la llanura, la levedad del mar,
Los agotadores viajes solitarios por territorios y noches
Que una vez fueron extraños, disturbios de iniciado.
Llego inofensivo, alado, reservando las garras para cavar mi hueco.
Me hablan en sus dialectos oscuros, cuneiformes, poderosos
Incontables almas, todas las que vivieron antes de nosotros.
Son pocas las cosas que importan todavía y de noche se azulan
Las manos abiertas al hambre de detalles que tiene el infinito
Los propios impulsos neutrales arqueados por los vientos
Esta respiración, el vientre y los pulmones en mitad del cielo,
Estas búsquedas de lo inalcanzable.



Todo silencio es un mundo estético que sustituye al real.
Salir de una sombra a la soledad de la imagen
A la desolación que abraza el deseo de comunión.
Nunca somos a solas sino vértigo y vacío
Caemos siempre al fondo que envuelve y desarraiga el alma
La divide de sí misma por todos los siglos de los siglos.
Los quejidos de un zoológico retórico nos envuelven
En un destino de flotario, de infinitos destierros.


V
Quiero ir más allá. Volver a los días circulares
Que dan a un mismo patio, puerta del ser que nunca acaba.
Bailarines sin nombre, volvemos siempre al punto de partida
Uno a uno retroceden los recuerdos, artes convocados en las piedras rupestres.
Nada frente a mí que no sea arrancado a la nada
Al incendio primordial, al fulgor donde mana el misterio de las profecías.
Camino del presagio, me vuelvo transparencia, visible a la luz.
Entiérrame en tus cielos para caer sin fin sobre tus penas
Polvo que sopla tu ser, silencio milagroso.

VI
No me reconozco en los espejos de estas pampas
Alambradas en mis desvaríos dichosos
Donde morir es despertar en otros soles.
Comidos por la tierra mis amigos se pudren.
Sin raíces, lo vivido desboca en lo intocable
Y serán otros los ojos futuros que me sueñen.
No hay yo, solo horizontes en los que escarbamos.
Como esos tiempos totales donde no pasa nada
Y mis amigos yacen, no puedo morirme de otra muerte.


VII

Flores invisibles miran en los ojos de mis santos
Ellas viven en la desnudez más invulnerable.
Cuando abren sus puertas todas dan al aire:
Lo vivido son penas inmortales, muerte vivaz
Testamentos escritos en las sienes del viento.
Todo se quema si el principio es fuego
Vida por vivir, lo ya vivido vuelve.