SUBO AL BLOG LOS SUEÑOS DE ANDY, Y UNA NOTICIA: BUSCA TRABAJO Y AL REVÉS DE LO DE SIEMPRE ESTÁ SOBRECALIFICADO , PARA ACCEDER A LOS MISMOS. QUIZÁS ESTO LOS ORIENTE, PARA INTERPRETAR ESTOS SUEÑOS. DESPUÉS TRATARÉ DE HACERLO YO. PERO , ANÍMENSE USTEDES , SIEMPRE SE PUEDE.
Ante los miedos de crecer, dejar de ser un niño y convertirme en hombre mi inconsciente me alienta através de los sueños a que me anime, a que puedo mucho más de lo que me permito.
Sueño #1:
Me encuentro en una cancha de fútbol callejero, una cancha de poco pasto y mucha tierra ubicada debajo de una autopista, en el medio de una villa. Los equipos son la selección Argentina y la de Brasil, con todos los ídolos y todas las estrellas. Yo juego del lado de los argentinos. Comienza el partido y
ante mi asombro dominamos y más me asombro aún al ver que no desentono, estoy a la altura de la circunstancia y juego como uno más, como si siempre hubiese jugado en el equipo.
Luego de unos minutos de juego el campo se empieza a mojar pero no llueve, surgen algunos charcos pero nada del otro mundo. Pero ante la presencia de esos charcos el Director Técnico de la selección brasilera se queja. Toma una pelota y la pica sobre los charcos. Como es de esperarse la pelota pica casi perfecta, la cantidad de agua es insignificante. Sin embargo el DT brasilero toma la decisión de retirarse, él y su equipo. Nosotros, los argentinos, no entendemos nada. Yo grito “¡¿Se quiere ir?!” hacia los brasileros. Me doy vuelta hacia mi equipo y les digo “¡Se quiere ir, el cagón!”
Los jugadores brasileros, no muy convencidos por la decisión, se retiran con la cabeza gacha, resignados. Ante tal suceso empiezo a gritar “¡Que se queden los jugadores!”. Grito una y otra vez. Al escuchar el grito varios jugadores se dan la vuelta, uno de ellos decide volver al campo de juego. Al verlo regresar varios emprenden el retorno. Uno de los jugadores brasileros corre hasta el árbitro y lo convence para que se quede a dirigir el resto del partido. Y de esta manera continúa el partido. No soñé un final, pero fue un gran principio.
Sueño #2:
Camino junto a una elegante y muy hermosa actriz: Famke Jannsen. Estamos en un parque caminando hacia un edificio. Me intimida un poco su altura pero no lo demuestro. Mientras caminamos hablamos de mis amigos. Ella hace mención de que hay varios que son atractivos y que parecen buena gente y yo simplemente le contesto “Si supieras toda la verdad”. Me limité a esas palabras, no soy de hablar tras mis espaldas (aparentemente ni siquiera en los sueños). Seguimos caminando, paseando. Llegamos al edificio que tiene como entrada un ascensor que va sólo para abajo. Nos subimos.
Apenas cerramos las puertas ella me jala hacia ella y empezamos a besarnos. Al poco tiempo me doy cuenta de que la cosa no va a terminar en simples besos y para no ser atrapado en pleno acto sexual me ocupo de ir cambiando de piso cada vez que el ascensor amaga con frenar. Ella se da cuenta de que estoy más ocupado con tratar de no ser agarrado que de disfrutar el momento. El ascensor frena en el primer piso, que sería el del parque por el que caminábamos. Cuando estoy apunto de presionar otro piso ella quita mi mano con un leve pero firme golpe. Y eso no queda allí. Abre las puertas del ascensor de par en par y quedamos totalmente expuestos. Pero no freno y ni siquiera me molesta, incluso atino a sonreír. Alguien se aproxima al ascensor así que nos tiramos al suelo y empezamos a vestirnos rápidamente pero riéndonos. Al ascensor entran tres personas, ellas representan a mis hermanos y amigos. Subiéndome los pantalones y entre risas cómplices con Famke les digo “Estábamos jugando a las cartas”. La verdad era obvia pero no importaba, o por lo menos a mi no me importó.
Ante los miedos de crecer, dejar de ser un niño y convertirme en hombre mi inconsciente me alienta através de los sueños a que me anime, a que puedo mucho más de lo que me permito.
Sueño #1:
Me encuentro en una cancha de fútbol callejero, una cancha de poco pasto y mucha tierra ubicada debajo de una autopista, en el medio de una villa. Los equipos son la selección Argentina y la de Brasil, con todos los ídolos y todas las estrellas. Yo juego del lado de los argentinos. Comienza el partido y
ante mi asombro dominamos y más me asombro aún al ver que no desentono, estoy a la altura de la circunstancia y juego como uno más, como si siempre hubiese jugado en el equipo.Luego de unos minutos de juego el campo se empieza a mojar pero no llueve, surgen algunos charcos pero nada del otro mundo. Pero ante la presencia de esos charcos el Director Técnico de la selección brasilera se queja. Toma una pelota y la pica sobre los charcos. Como es de esperarse la pelota pica casi perfecta, la cantidad de agua es insignificante. Sin embargo el DT brasilero toma la decisión de retirarse, él y su equipo. Nosotros, los argentinos, no entendemos nada. Yo grito “¡¿Se quiere ir?!” hacia los brasileros. Me doy vuelta hacia mi equipo y les digo “¡Se quiere ir, el cagón!”
Los jugadores brasileros, no muy convencidos por la decisión, se retiran con la cabeza gacha, resignados. Ante tal suceso empiezo a gritar “¡Que se queden los jugadores!”. Grito una y otra vez. Al escuchar el grito varios jugadores se dan la vuelta, uno de ellos decide volver al campo de juego. Al verlo regresar varios emprenden el retorno. Uno de los jugadores brasileros corre hasta el árbitro y lo convence para que se quede a dirigir el resto del partido. Y de esta manera continúa el partido. No soñé un final, pero fue un gran principio.
Sueño #2:
Camino junto a una elegante y muy hermosa actriz: Famke Jannsen. Estamos en un parque caminando hacia un edificio. Me intimida un poco su altura pero no lo demuestro. Mientras caminamos hablamos de mis amigos. Ella hace mención de que hay varios que son atractivos y que parecen buena gente y yo simplemente le contesto “Si supieras toda la verdad”. Me limité a esas palabras, no soy de hablar tras mis espaldas (aparentemente ni siquiera en los sueños). Seguimos caminando, paseando. Llegamos al edificio que tiene como entrada un ascensor que va sólo para abajo. Nos subimos.
Apenas cerramos las puertas ella me jala hacia ella y empezamos a besarnos. Al poco tiempo me doy cuenta de que la cosa no va a terminar en simples besos y para no ser atrapado en pleno acto sexual me ocupo de ir cambiando de piso cada vez que el ascensor amaga con frenar. Ella se da cuenta de que estoy más ocupado con tratar de no ser agarrado que de disfrutar el momento. El ascensor frena en el primer piso, que sería el del parque por el que caminábamos. Cuando estoy apunto de presionar otro piso ella quita mi mano con un leve pero firme golpe. Y eso no queda allí. Abre las puertas del ascensor de par en par y quedamos totalmente expuestos. Pero no freno y ni siquiera me molesta, incluso atino a sonreír. Alguien se aproxima al ascensor así que nos tiramos al suelo y empezamos a vestirnos rápidamente pero riéndonos. Al ascensor entran tres personas, ellas representan a mis hermanos y amigos. Subiéndome los pantalones y entre risas cómplices con Famke les digo “Estábamos jugando a las cartas”. La verdad era obvia pero no importaba, o por lo menos a mi no me importó.
