EL OCASO DEL CAPITÁN

ME LO ENVIÓ MI AMIGO JUAN CARLOS , UN TIPAZO Y ES TAN HERMOSO QUE NO VACILÉ EN METERLO EN EL BLOG Y COMPARTIRLO CON USTEDES.

DESPUÉS ME DIRÁN Y SABRÁN QUE NO FUE NA EXAGERACIÓN.

El ocaso del capitán

El está siempre, en la cruz de la misma esquina, lejana la mirada de sus ojos azules tan profundos como los mares que contemplaron, curtida la piel surcada por huellas tan largas como estelas en el mar, sus hombros elevados por las muletas que lo mantienen de pié, su gorra de capitán desgastada por los vendavales de los tiempos, le otorga la dignidad que lo mantiene erguido frente a la vida.
El mismo saco marinero lo resguarda de las intemperies, los desamparos, de inviernos y soles inclementes, de tristezas y abandonos, lo abriga del mundo insensible que pasa a su lado sin mirarlo.

Casi no puede caminar, navega sobre la vereda su cuerpo marchito, extiende su mano buscando el abrazo, a veces recibe una limosna, llora su corazón y sonríen sus blancos dientes manchados por el tabaco de la soledad.

No ambiciona que lo amparen unas monedas, se me antoja que señala el norte en la borrasca de la indiferencia que pasa a su lado.

En la cruz de la esquina está el capitán, con su gorra desangrada, la mirada perdida en las nieblas de algún lejano muelle.
Soltó las amarras de su viejo barco y navega con dignidad su último viaje, firme el timón rumbo al ocaso.

Buen viaje, Capitán

Tere