Unos poemas de Andy

Vacìo de Dios

Transcurren días que sin mucho esfuerzo se hacen semanas. Pestañeo y ya pasó un año, paro para pensar el camino a seguir y pasaron cinco. Todavía doy vueltas en un círculo pasado y tan familiar que da pesadillas porque tan esclerótica está su osamenta que otra cosa ya no puede dar. Ya le exprimí todas las risas, bostezos, dejos y celos; vellos, lágrimas, días, penas, tristezas. Ya saboreé lo rancio y lo dulce, lo cruel y lo benévolo. Ya le vacié el significado y sin significado no hay sentido. Pereza marcada a fuego y un sendero de condimentos poco picantes, recto e incoloro. Cinco sentidos perdidos a la buena de un dios, alguno que se llevó lo mejor de mí y me dejó creyendo en los demás, en todos menos en mí. Un dios fraudulento.

Y sí Dios se fue, yo también.



Yo Dios

Y sí Dios se fue,
yo también.
No estoy.
No molestar.

Pegar y golpear. Azotar.
Despertar.
Abro los ojos,
y Dios tendrá que volver.

Yo antes que Él,
yo antes que todos.

Yo para que existan todos,
Yo para que respire Dios.

Yo soy todos,
Yo soy Dios.



De motitos y ego

Maté a mi Ego
cuando me compré una motito.
Pero no muere rápido,
muere despacito.

Lo veo caer en pedazos
y un poco me deprimo.
Chau, Ego, te despido.
No vuelvas prontito.


Una foto para vos

Sacarle una foto al cielo para mostrártela.
Esta noche estrellada te quiero llevar
para que veas lo perfecto de esta soledad.
Sin ruido, sin ajetreo, sin velocidad.

En la quietud de esta oscuridad te pienso.
Y a luz de vela te escribo sin miedo
mientras un segundero me marca el tiempo.
Vos y yo acá, esa noche y unas horas más.



Màs sobre Andy en www.elblaag.blogspot.com