La Telesita y las Salamancas

Como les prometí el otro día y cortito, porque lo bueno, si breve es mejor, hoy les voy a contar dos leyendas: La Telesita y Las Salamancas.
Cuando escudriñamos la historia o los mitos de la humanidad, nos encontramos con un repertorio de creencias, vivencias, de tendencias semejantes en todos los pueblos y épocas, que, bajo las más variadas apariencias demuestran una común propensión del psiquismo a cristalizar siempre en los mismos cauces.
Estas formas diferentes, pero semejantes son los Arquetipos, que provienen del Inconsciente Colectivo( en otro momento explicaremos más ) .Varían en los detalles , pero sin perder el argumento fundamental, aparecen en los sueños, en las leyendas, en las fantasías , en el arte, la historia, la política, unen y hermanan a los pueblos , los insertan en el presente, a través de lo pasado y seguirán siendo en el devenir. Jung estudió algunos de estos arquetipos, pero, dejó abiertos los caminos para seguir indagando en ellos y a poco que prestemos atención los encontramos aún en los hechos más cotidianos de nuestra vida, o en los grandes existenciales de los humanos: la vida, la muerte, la guerra, la paz, la violencia, la serenidad, el amor, el odio, la luz, las tinieblas, eterna lucha de opuestos, que es la vida misma y la naturaleza.
Unas breves líneas sobre la Telesita, que solo es patrimonio de la provincia de Santiago. Es la” santa pagana”, del santiagueño, es la deidad selvática, la eterna enamorada de la
de la música y la danza, que viene sola, de un Centro de la selva, al oír los sones de la fiesta y danza hasta el amanecer. Un día no regresa y al internarse a buscarla la encuentran en un Centro (arquetípico) quemada, en un ritual que imaginan purificador. El fuego que le confiere, precisamente lo más hermoso de la leyenda: la sacralidad. El rito purificador del fuego es arquetípico. Por él, una simple y extraña doncella campesina se transforma en la diosa musical de los santiagueños. La Telesita es el ánima, es la heroína y su mito es la fiesta, la música y el baile, por eso le rinden su tributo en las Telesíadas. Es la integración del consciente y el inconsciente colectivo en el acto trágico del final del rito.
Tal vez no estén tan cansados como para leer unas reflexiones sobre las Salamancas, que están en toda América Latina. Decía Ricardo Rojas ¿ Porqué este nombre?.Tal vez lo trajo el conquistador refiriéndose a la legendaria Universidad de Salamanca. No lo sabemos.
Si que el Centro es la cueva, la caverna, el origen y el fin. Las Salamancas americanas son la morada del Zupay, reverso maléfico del padre bueno, de Dios. Siempre en lugares lóbregos y oscuros, de difícil acceso, rodeado de laberintos, que lo defienden. El Zupay, morando en ellas dota al que se pone a su servicio y le entrega su alma, a cambio de riquezas, de poder, de Como les prometí el otro día y cortito, porque lo bueno, si breve es mejor, hoy les voy a contar dos leyendas: La Telesita y Las Salamancas.
Cuando escudriñamos la historia o los mitos de la humanidad, nos encontramos con un repertorio de creencias, vivencias, de tendencias semejantes en todos los pueblos y épocas, que, bajo las más variadas apariencias demuestran una común propensión del psiquismo a cristalizar siempre en los mismos cauces.
Estas formas diferentes, pero semejantes son los Arquetipos, que provienen del Inconsciente Colectivo( en otro momento explicaremos más ) .Varían en los detalles , pero sin perder el argumento fundamental, aparecen en los sueños, en las leyendas, en las fantasías , en el arte, la historia, la política, unen y hermanan a los pueblos , los insertan en el presente, a través de lo pasado y seguirán siendo en el devenir. Jung estudió algunos de estos arquetipos, pero, dejó abiertos los caminos para seguir indagando en ellos y a poco que prestemos atención los encontramos aún en los hechos más cotidianos de nuestra vida, o en los grandes existenciales de los humanos: la vida, la muerte, la guerra, la paz, la violencia, la serenidad, el amor, el odio, la luz, las tinieblas, eterna lucha de opuestos, que es la vida misma y la naturaleza.
Unas breves líneas sobre la Telesita, que solo es patrimonio de la provincia de Santiago. Es la” santa pagana”, del santiagueño, es la deidad selvática, la eterna enamorada de la
de la música y la danza, que viene sola, de un Centro de la selva, al oír los sones de la fiesta y danza hasta el amanecer. Un día no regresa y al internarse a buscarla la encuentran en un Centro (arquetípico) quemada, en un ritual que imaginan purificador. El fuego que le confiere, precisamente lo más hermoso de la leyenda: la sacralidad. El rito purificador del fuego es arquetípico. Por él, una simple y extraña doncella campesina se transforma en la diosa musical de los santiagueños. La Telesita es el ánima, es la heroína y su mito es la fiesta, la música y el baile, por eso le rinden su tributo en las Telesíadas. Es la integración del consciente y el inconsciente colectivo en el acto trágico del final del rito.
Tal vez no estén tan cansados como para leer unas reflexiones sobre las Salamancas, que están en toda América Latina. Decía Ricardo Rojas ¿ Porqué este nombre?.Tal vez lo trajo el conquistador refiriéndose a la legendaria Universidad de Salamanca. No lo sabemos.
Si que el Centro es la cueva, la caverna, el origen y el fin. Las Salamancas americanas son la morada del Zupay, reverso maléfico del padre bueno, de Dios. Siempre en lugares lóbregos y oscuros, de difícil acceso, rodeado de laberintos, que lo defienden. El Zupay, morando en ellas dota al que se pone a su servicio y le entrega su alma, a cambio de riquezas, de poder, de sabiduría, de hermosas mujeres, e inmortalidad, aunque para ello deba enfrentar duras pruebas iniciáticas y negar sus creencias más nobles .Es también el héroe, y encarna su mito y sus sufrimientos y visicitudes. Aunque para no ponernos tan trágicos debamos decir que en sus versiones más modernas y benévolas es la entrada al paraíso terrenal, y el campesino llega allí a aprender a bailar y a zapatear a ser un virtuoso de la guitarra o el bombo, a ser amado por la más bella del lugar. Nos estamos en este momento acordándonos del Fausto de Goethe. Lo ancestral filosófico, con nuestro presente aquí y ahora.sabiduría, de hermosas mujeres, e inmortalidad, aunque para ello deba enfrentar duras pruebas iniciáticas y negar sus creencias más nobles .Es también el héroe, y encarna su mito y sus sufrimientos y visicitudes. Aunque para no ponernos tan trágicos debamos decir que en sus versiones más modernas y benévolas es la entrada al paraíso terrenal, y el campesino llega allí a aprender a bailar y a zapatear a ser un virtuoso de la guitarra o el bombo, a ser amado por la más bella del lugar. Nos estamos en este momento acordándonos del Fausto de Goethe. Lo ancestral filosófico, con nuestro presente aquí y ahora.