10/9/08

UN CUENTO DE PINO

UN CUENTO DE PINO, NUESTRO ARQUITECTO Y ARTISTA AMIGO CARGADO DE SÍMBOLOS Y MIEDOS. ESCRITO MARAVILLOSAMENTE, COMO ÉL SABE HACERLO. POR AHORA LO TRANSCRIBIMOS. DESPUÉS LO INTERPRETAREMOS.SI PODEMOS .

ES AUTOBIOGRÁFICO.
EL POLLITO GIGANTE

Mirando sin ver, entregado inerte a esa sustancia interior que materializa imágenes morfológicamente inabarcables, estoy en busca de aquel día que ahora me ocupa y que, estoy pensando… no sé si lo vestiré de atuendos que no concilien recuerdo, relato y veracidad.
Cuando los años se acumulan, nuestra valija de recuerdos nos sumerge en una marea de eternos oleajes que se mecen entre dudas y supuestas certezas acerca de los eventos vividos, pero creo que quizás poniéndolo por escrito encuentre alguna pista; una especie de contrato con uno mismo, aunque más no sea para hacer a un lado el asunto de una vez por todas.
Me doy cuenta hoy, luego de tantos años, que cuando nos encontramos con los viejos amigos de infancia en Villa Luzuriaga, aunque de un modo no manifiesto, omitimos el suceso. Tampoco sé porqué me acecha hoy. De lo que estoy seguro, es que todos guardan en su memoria, no sin terror, uno a uno como en fotogramas de un film, aquella sucesión de hechos que aquel día, marcaron nuestras vidas.

Únete a mis pesas hijito
aligera mis días postreros
Príncipe de ojos claritos.

Mamita bien dice, cuando dice,
que estará siempre contigo.
tal vez tú, algún día
puedas con ellas solito

Prepara tus días entonces
Únete a mis pesas hijito

Así cantaba una mujer a su rubio bebito, y que en ese momento captó toda mi atención cuando me hallaba compartiendo con mis amigos un número de Linterna Verde de reciente edición. Advertí de pronto que ellos ya no atendían mis comentarios. Cuando veo sus caras de asombro dirigidas a mis espaldas, giro. Nos deslumbró una sombra gigante que se proyectaba como un balón gigante, ovoide y posicionado verticalmente, saltando en dirección a la esquina de Luisito; y que en pocos instantes se nos haría realidad frente a nosotros.
Aquella mezcla de miedo y asombro nos paralizó. Un instante después, el asombro desapareció, nos quedamos con el miedo. Finalmente se hizo presente un pollito, gigantesco como un globo aerostático, saltando en dos patas y con una mirada helada y sin vida que apuntaba a ningún lado y a todos. Tan bella su piel de peluche amarillo exaltada por su pico naranja, como helado el terror que recorrió la osamenta de todos. No sabría decir cuán alto era, pero todos hacíamos visera con las manos, ya que al levantar la mirada para verlo, el sol de la tarde caía detrás de este engendro, encegueciéndonos.
Sin bien se había comentado acerca de su existencia, nunca dimos con relatos verificables, sobre todo pensando en que todos ellos venían de chicos de nuestra edad con imaginación propia de pescadores, pero el tema es que se nos vino encima con una actitud demandante de alimento, cosa que dedujimos porque su boca permanecía siempre abierta; ella parecía gobernarlo y orientarlo como si se tratara de un timón de mando que dirigía los destinos de este inmenso “no sé qué”. Sus ojos desmesuradamente grandes, acentuaban sus necesidades, cual Tántalo a quien Zeus le condenó a sufrir de hambre y sed inextinguibles por ofrecer a los dioses a comer los miembros de su propio hijo Pélope.
Por un instante logramos retenerlo en medio de la calle arrojándole en su gran boca todo lo comestible que hallábamos a nuestro alrededor. Eran comunes por aquellos días los racimos de zapallos que crecían salvajes a los bordes de calles y jardines. También lo eran los árboles de cítricos, sea naranjas, nísperos o mandarinas.
Tragaba sin masticar. Podíamos ver el recorrido de los alimentos que al deslizarse boca adentro, dibujaban relieves lineales en el reverso de su hermosa piel, pero era insaciable. Avanzaba una y otra vez para seguir devorando. En una movida peligrosa, le arrojo un gran zapallo en su boca y paso corriendo a su lado, ya que mi casa se encontraba a sus espaldas. Muchos me siguieron, otros optaron por distintas vías de escape.
Una vez en casa, atinamos apenas a entornar las cortinas para alcanzar a ver su sombra alejarse. Cuando nos calmamos, no pudimos ponernos de acuerdo sobre otro hecho, una morfología aún más gigantesca, de aspecto intestinal oscuro que pudimos ver de reojo al pasar corriendo. La misma, algo escondida detrás del pollito parecía hincarle sus miembros en la espalda, a la altura de los riñones. Hoy tengo la sensación de que podría haberse tratado del verdadero Tántalo de la historia; un Tántalo parasitario que se alimentaba del alimento ajeno, no sé, tal vez simplemente lo conducía cual titiritero. Debo aclarar que algunos no llegaron a observarlo, tal vez por poner más atención en su propia fuga.
De más está decir que ninguno de los mayores creyó aquella historia de una tarde de verano, ya que tuvimos ciertas divergencias a la hora de los relatos, como suele suceder cuando media el terror.
Cuando pienso en el pollito, viene a mi mente el rostro de Verónica, la loca de la vuelta, y una pregunta interminable, ¿Cómo un rostro tan bello, engendraba tanto terror en nosotros? Siempre creí que se trataba de su mirada, una mirada como todas, cargada de sustancia interna, que era lo que realmente nos aterrorizaba. Una mirada que evidenciaba algo que no nos está dado percibir a simple vista, sólo intuir.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermoso cuento de Pino
Me hizo sentir recuerdos de antaño puesto en palabras.

Por distintas razones no podido participar del blog en estos días y la verdad que al encontrarme con semajante cuento fue una bocanda de aire , el blog da vida. Genial.
Fred

Anónimo dijo...

Este CUENTO, tan extraño, me dió miedo, casi terror.
PERO CUANDO MÁS ADELANTE
LEYENDO VI QUE HABÍA SIDO UN SUEÑO, CON TANTA HISTORIA DE VIDA DETRÁS ME DESLUMBRÉ . SOS UN MAESTRO PINO, GRACIAS POR ENSEÑARNOS A LOS MÁS JÓVENES, QUE CUANDO SE QUIERE, SE PUEDE.

CAROLINA

Anónimo dijo...

Para mi el blog y los que se ocupan de expresar sus sentimientos así son geniales. Muchas gracias.


Patricia

Anónimo dijo...

Resulta que el relato (maravillosamente escrito)

fue un sueño y encima de su vida ...
PARA TOMAR DE EJMPLO

SOLEDAD