Una página imperdible de nuestro amigo, el filósofo Canario

Bueno, les había prometido algunas reflexiones que me pidió Fred, después lo voy a hacer. Hoy transcribo algo, que deben leer muy despacio y por partes. Les va a quemar el cerebro y los va a conmover profundamente. Y es tan real ...la cruz . ´Dos dimensiones :lo vertical y lo horizontal de las cuales no podemos huir, más aún estamos sumergidos en esa ecuación: en la vida y ¿En la muerte.? ¡QUÉ SÍMBOLO!.

Les digo, que yo me tomé mi tiempo para leerla y meditarla. No tiene desperdicio...
La ecuación en que morimos y vivimos.

Llama la atención que el grafismo más sencillo de imaginar, una cruz, una simple raya vertical y otra horizontal, es probablemente el signo más relevante, controvertido, más presente y duradero, al menos en la civilización occidental.

Si el lector por unos segundos centra su mirada interior en esas líneas perpendiculares, probablemente siente que se le remueven, ideas, recuerdos, sentimientos, emociones, diversas, y tal vez contrapuestas.

Integrar dos dimensiones diversas de una misma realidad, es tan difícil como creativo.

Voy a referirme a dos dimensiones de las relaciones humanas que más nos cuestionan: la dimensión vertical y la dimensión horizontal de la convivencia.

Donde hay personas que comparten un mismo espacio y tiempo, desde las grandes civilizaciones e imperios de la Historia, hasta el más pequeños de los grupos humanos, ha habido y hay seres humanos más fuertes y más débiles, que en alguna medida, se estratifica en situaciones sociales verticalmente estratificadas, de superioridad e inferioridad.

Ahora bien, ambas dimensiones, la vertical y la horizontal, no variables independientes la una de la otra, sino al contrario, interdependientes entre sí, con la rigidez de una ecuación matemática. La cercanía o distanciamiento vertical, se correlaciona con la incomunicación o desconfianza horizontal. La interrelación es reciproca. No son dos partes, sino dos dimensiones de una misma y única realidad humana.

Las preguntas pueden surgir desde la insaciable curiosidad de la mente humana, o del cuestionamiento de nuestra existencia irrepetible. Puede surgir desde la mente analítica, que mira a su alrededor desde la óptica secuencial del paradigma causa-efecto, o desde la conciencia vital que nos llama y nos impulsa.

Es preciso recordar, repetir...

No son dos partes, sino dos dimensiones de lo mismo.

No se puede actuar en una dimensión para producir un efecto en la otra, sino que cualquier actuación o no actuación, tiene su incidencia en ambas dimensiones.

Bueno,... y este discurso..., ¿para qué sirve?

Lo importante no es donde estamos, sino a donde vamos; no es ser coherentes de una vez por todas, sino ser un poco menos incoherentes cada día.

Tal vez sea oportuno tener todo esto presente en momentos de crisis del sistema de convivencia, sea político, económico, cultural.
Y no son dos mundos inconexos, extraños entre sí, sino dos caras de una misma moneda.

No todos tenemos las mismas posibilidades, y consiguientemente la misma capacidad y responsabilidad en la conformación de las relaciones horizontales y las verticales en las que inexorablemente discurre nuestra vida.

Pero no existe nadie que, ni un solo instante de nuestra existencia, que siempre es coexistencia, en que dejemos de estar implicados en ambas sentidos, protagonistas, en mayor o menor medida, del drama de todos los siglos de la humanidad, de nuestra propia felicidad o infelicidad, compartida y entrelazada por sutiles hilos horizontales y verticales con toda la humanidad.


Enrique Gonzalez Araña


Pero léanlo despacito y bien concientes. Enrique tiene una mente privilegiada y como es un ser de luz , puede iluminarnos así