21/9/07

Tercer Congreso Argetino Junguiano.








Esbozos de una mirada psicosocial, antropológica, cultural, de nuestro mundo actual y de nuestro país en particular: Los vacíos culturales y la falta de sentido de la vida.
Los conceptos psicológicos y filosóficos de Carl Jung , tan actuales y que tan brillantemente han desarrollado los maestros que me han precedido y en los que cada uno de ellos ha dado su particular visión , no dejan de sorprenderme y a la vez no dejo de aprender, por lo cual les agradezco profundamente, pero como soy algo hereje, siempre termino en lo mismo: lo que los Grandes Maestros y Pensadores de otros tiempos nos han legado debe servirnos para interpretar, ver y anticipar si es posible , los conflictos actuales, en el mundo y en nuestro país y no quedarnos sólo en la teoría , intentar buscar soluciones.
Que el mundo actual está en crisis. Nadie puede negarlo. Hay ruptura de paradigmas al mejor estilo Khun y cuando ello ocurre, hay confusión, desorientación, ruptura de diálogos y por supuesto lo que es más grave ruptura de contratos. Los franceses, sabios nos están señalando que hemos entrado en la era de los vacíos.
Estamos en el anochecer de los valores tradicionales y ¿qué son los valores Lo que es valioso para cada cultura, para cada uno de nosotros. Pero al vivir en la vorágine frenética de los cambios, estos valores ya no sustentan, cambian constantemente, Y la persona o se adapta a estos cambios o la falta de sentido de los mismos produce en aquellos, que no los aceptan, un profundo sufrimiento. Aparecen símbolos diferentes, las instituciones que antes cohesionaban nuestro orden social, se derrumban y normas y leyes, hasta ayer nomás vigentes ya son caducas. Es un mundo de oferta y demanda, de continuo mercado, del poder económico y el éxito, de la ausencia de ética y de la sustentabilidad, nos acordamos de Kurdera y el sentido de la levedad del ser.
Dijimos que las instituciones se están derrumbando, la familia clásica y burguesa, ya no existe, hay familias ensambladas, con hermanos, hermanastros, padres, padrastros, madres, madrastras, que deben convivir, en diferentes hogares, con otras normas y modelos. La Iglesia oficial, cada vez más alejada de la vida real de sus fieles, ha sido suplantada por otros cultos diferentes y los pastores electrónicos. El Estado, sin sentido, contaminado por la corrupción de la mayoría de sus miembros, tampoco cumple sus funciones: de control y de servicios. La Justicia: con los ojos vendados, cada vez más sin justicia, Los partidos políticos hegemónicos y fuertes, en todo el mundo en total decadencia .El otro gran miembro de la familia moderna, la televisión.20 horas de televisión por día a través de 50 canales. A algunas horas del día o de la noche, millones estamos mirando T.V en la misma ciudad o en el mismo país. Esta coincidencia produce un sistema retórico cuyas figuras pasan a la lengua cotidiana. Los grupos sociales viven en estado de televisión, modela normas, conductas, modas, que en definitiva son extraños muchas veces a la cultura propia y sin embargo para pertenecer, se adoptan y se creen. La posmodernidad ha corroído los lazos sociales que antes unían. Y nos preguntamos ¿ hasta que punto al mercado de la TV, le conviene una sociedad donde los lazos sean cada vez más débiles, para presentarse como la auténtica defensora de una sociedad democrática , igualitaria y justa, mientras vende sus baratijas, proponiendo una cultura de espejo, donde todos pueden reconocerse. Es accesible a todos, refleja a su público y se refleja en su público, es que ante el desierto de un mundo desencantado, la TV, trae la fantasía y la idealización, que le falta. Ofrece los otros íconos, los que reemplazan a los verdaderos, que si simbolizaban a alguna divinidad.
Las ciudades van perdiendo su fisonomía. En los barrios ya no existe el Centro y en las ciudades se ha reemplazado éste por los famosos shopping center, emplazados en cualquier lugar, cada vez más grandes, e iguales en casi todas las grandes urbes. En ellos como naves espaciales no hay pasado, no existe el tiempo, solo premonición de futuro, ofrece su modelo de ciudad en miniatura, independiente de sus tradiciones y de su entorno. En ellos no existe la historia, ésta es tratada como objeto de souvenir. Se los recorre, se camina, se ven las imágenes en los escaparates de los negocios, algunos compran, y muchos otros solamente miran, mientras sienten que pertenecen .A quien, a que
La infancia se va acortando cada vez más y es reemplazada por una adolescencia tempranísima, desorientada, donde su grupo de pares , que es el grupo de pertenencia y pertinencia del que hablaba Pichon Riviere está tan perdido como ellos y los jóvenes, bajo máscaras y disfraces, interpretando en las discotecas y en los salones de Video juegos sus ritos. No hablemos de los ancianos, prácticamente enterrados en vida, sin importar la sabiduría que les ha ido dando la experiencia de la misma. ¿Y los barrios cerrados’, cada vez más aislados, donde a veces la vida de una persona transcurre desde que nace hasta su fin, dentro de ellos. Y pasará como dice Carlos Fuentes, vivirán encerrados en su mismidad, mientras millones de desamparados, los de afuera, intentan acercarse con o sin violencia a ellos.
Hay un hecho que si quiero destacar, que se ha convertido especialmente en los ‘países de América Latina, en un verdadero drama. El extraordinario desarrollo de la tecnología, en los últimos diez años y en el constante deterioro y empobrecimiento de la educación. Hay un distanciamiento abismal. La escuela fue, especialmente la pública, el punto cultural por referencia de las clases populares. La escuela y sus bienes, permitió la difusión del periodismo moderno, y una poderosa industria editorial de masas, que publicó miles de volúmenes de arte, literatura, poesía, divulgación científica, historia, teatro. Las culturas populares se enriquecieron con este aporte. Es cierto que hubo una dominación simbólica, pero no solamente en el sentido de dominación, distribuyó saberes y muchas destrezas, que los más desposeídos podían adquirir en ella, herramientas para sostener los saberes tradicionales, combinándolos con las formas más modernas. Hoy la Escuela empobrecida, deteriorada, convertida muchas veces en grandes comedores ha dejado de ser ese Centro tan necesario en los países pobres o en vías de desarrollo. Hoy como casi todo en esta sociedad transparente, al decir de Vatimo, hay escuelas para ricos y para pobres.
Y llegamos así a esa visión antropológica y cultural de nuestro país y. Extraño país el nuestro: nos cuesta reconocernos y vernos como semejantes. Desde el momento mismo del descubrimiento y colonización, fuimos negados como personas. El conquistador español cegado por la fiebre deteriorada de la Alquimia, buscó la plata y el oro. No es casual que el nombre de nuestra Patria sea Argentina y muchas toponimias recuerden esa anhelosa búsqueda de metales preciosos. Ya lo había dicho Hernán Cortés: Yo vengo a buscar oro, no a labrar y a hacer labrar la tierra como un rústico. Comenzó así el no ser, el ser extraños a nosotros mismos. Más tarde, en el devenir histórico, los enfrentamientos entre civilización y barbarie, los sucesivos quiebres institucionales, devino en esta decadencia cultural, educacional y económicamente que nos agobia en el presente. Seguimos viviendo el sueño imposible de la plata y el oro, somos viajeros eternos Nos soñamos exitosos en USA O EN Europa. Eternos itinerantes del desarraigo. La clave de nuestro perfil psicológico está en la amenidad a nuestro propio ser. El aborigen, despojado de sus tierras, de su cultura, de su fe Y lo fue también el gaucho.
Luego llegaron millones de inmigrantes, algunos regresaron a su PATRIA. Los otros se diseminaron por todo el país, con escasos recursos intelectuales y precarios elementos técnicos, labraron, criaron animales, formaron familias, fundaron pueblos, aldeas, ciudades Laboriosos y honestos fueron armando esa plurietnicidad y pluriculturalidad que forma nuestra Nación. Fue ese áspero tropel de extrañas gentes al decir de Rafael Obligado. El desarraigo de los que quedaron, lo siguen muchas veces sus descendientes, seguimos nombrando el dinero como plata, y seguimos sin reconciliarnos con nuestro hermoso país. En las charlas diarias se oye el. Este país de m…..
Como estamos en el Congreso Junguiano y hasta ahora poco lo hemos nombrado es que quiero referirme a los dos opuestos, que constituyen la base de la enantodromía en el proceso psicoterapéutico de Individuación. El de globalización, (casi como clones) y el de identidad, donde cada ser es único e irrepetible, ambos dos no uniéndose, porque se llega a la nada sino a la integración armónica de ambos. Y como se arma esa identidad: no abandonar la lengua, la familia, los mitos, las creencias, los valores, las normas, las pautas, los sabores, los olores nuestros. Nuestros Arquetipos, nuestro Inconsciente Colectivo, todos éstos universos simbólicos son los que fundan nuestra vida personal y colectiva.
Se nos impregna la vida con esta globalización salvaje, que pretende desarraigarnos e incluirnos en una cultura holística que se propone como único modelo, y donde el éxito, el poder, lo económico, lo material, lo frívolo, pretende borrar lo espiritual, lo diverso.
Y aparece nuevamente Jung, desterrando el individualismo, reforzando la función trascendente, valorando la Naturaleza y sus bienes, confiriéndoles un valor hierofánico al decir de Mircea Eliade es decir sagrado. Para él todo es valioso, los textos místicos de Santa Teresa, que tienen el mismo valor que los cánticos y las danzas de un chamán patagónico. Cada hecho o documento estudiado debe ser considerado como una hierofanta, en la medida en que a su manera, expresan una modalidad de lo sagrado en un momento de su historia Debemos habituarnos a aceptar las hierofantas en cualquier lugar y sector de nuestra vida. Por el proceso que es la vida misma de los hombres y los pueblos, también es verdad que algo hierofánico puede dejar de serlo. Esto en todos los órdenes de la vida misma. Y es probable, que nada en el proceso histórico nada haya escapado a esta transformación. Los mitos son una realidad, son la forma más eficaz de combatir la fugacidad de lo humano. Son los que llamo los mitos verdaderos. Los que según Jung no sólo son la imagen y la reconstrucción del pasado, sino los instrumentos del hombre moderno, para renovarse sin perder la noción de trascendencia. Mientras que los mitos degradados, son los productos del hombre mismo, han perdido la condición de trascendencia, ya no retornan al pasado, ni a los dioses, en esta paradoja de deificarse a sí mismos. Y lo dijo Jung en el año veinte y lo reiteró años antes de morir. El Occidente está psíquicamente enfermo, por el economicismo. Ahora bien difícilmente se pueda concebir un ser humano que no sienta cierta fascinación por los héroes mágicos. Nos preguntamos si este deseo de trascender su tiempo y espacio, para sumergirse en un tiempo diferente, se extinguirá alguna vez. Si persiste habrá la posibilidad de ir recuperando el tiempo beatífico de los inicios, que es en realidad la lucha contra el tiempo muerto, existencial, que aplasta y mata y esto ocurre cuando se pierde el sentido de la espiritualidad. Quizás la responsabilidad de nosotros , los intelectuales será la de no quedarnos sólo en el diagnóstico, sino meternos más en el hacer, aceptar las diferencias, que al final no son tantas, arriesgándonos más , metiéndonos en el verdadero trabajo terapéutico, sin máscaras, que nunca podrán ocultar nuestros ojos y lo que ellos nos dicen.








































































9 comentarios:

Unknown dijo...

ESCRIBA TODO , ASÍ APRENDEMOS UN POCO MÁS. sEGURO QUE ESTARÁ INTERESANTE.

Anónimo dijo...

No pude leerlo en etapas, sí se que lo releeré varias veces, pero de movida adhiero a tus palabras...y sobre todo a esto tan importante de no quedarnos sólo en la teoría y la necesidad de la práctica para incorporar las teorías y arribar así al conocimiento...
Aunque soy optimista y creo que el principio enantiodrómico está cumpliéndose...hoy y en nuestra sociedad...
¿Cuántos somos que estamos en este camino junguiano de la individuación, sustentándonos en las tradiciones que nuestros padres lograron transmitir, a su manera y muchas veces desde su ignorancia -opuesto de sabiduría- y dentro de esta cultura cuya divinidad es el Mercado con sus reglas sobre el dinero y lo que hay que tener para ser o pertenecer? Sí, es mucho más difícil en el contexto actual, pero rescatemos los valores de la familia, aunque no sea consanguínea; los valores de la experiencia; los valores de la juventud creativa, no la afrívola, anorexígena y detractora de la vejez a la que tanto le teme; los valores del arte, que afortunadamente hoy encuentra maneras de expresión en los lugares más impensados; los valores de las tradiciones en este país de m...(aunque creo que sólo quien no puede ver la propia la proyecta en el país...) que las hay, a las tradicones me refiero...sólo hay que encontrarlas en lo cotidiano y tenerlas presentes.
No será que tanta "globalización" nos irá conduciendo a la necesidad de la "individuacion"?...que sólo se logra con el trabajo en diada como mínimo, o mejor aún en comunidad, como por ejemplo, en esta comunidad de maestros y de aprendices que participó en el congreso.
Magnífica tu participación....¡ Y vayamos por más!

Anónimo dijo...

Es verdaero, precioso y doloroso lo que dijo. Siga escribiendo Doctora, nos hace mucha falta en nuestro país gente como usted, que diga lo que isente, de forma que lo entendamos todos.


Luciana

Dra. Teresita Faro dijo...

Les agradezco mucho a todos lo que tienen la paciencia de leerme y encima alabarme. No es para tanto. Hay mucha gente que siente, piensa y trabaja como nosotors.

Anónimo dijo...

No se puede leer por pedazos, esto se devora y es una montaña rusa de emociones, eso pasa cuando nos dejamos atravesar por la verdad, porque en esencia lo que exponés, Tere, es la verdad. O, por lo menos, resuena como verdad adentro mío. Y duele, pero tiene que doler para poder ser cambiado, ¿no? Es excelente, lo imprimí y lo voy a leer muchas veces, me acerca a mí.

Gracias por colgarlo, un beso.

Andy

Anónimo dijo...

Vuelvo a decir lo que escribí más arriba. Estuvo emocionante todo lo que dijo y nos explicó. Es hablar en un código más afín con nuestra sensibilidad y entendimiento.

Gracias. Doc.

Santiago de Neuquén

Anónimo dijo...

Lo imprimí y lo leo por pedazos. No tiene desperdicio , ah.. y además se los doy a mis amigos a los que están en mi misma onda y se que les interesan estos temas y que aunque nos hagamos los desentendidos nos debieran interesar a todos, salvo, claro está a los que sólo buscan el éxito y viven en la vórágine de obtenerlo. Juan ,

Dra. Teresita Faro dijo...

@@@A TODOS LS QUE LES INTERESÓ LO QUE HABLAMOS EN EL cONGRESO JUNGIANO, AL QUE A TRAVÉS DE LOS ÚLTIMOS AÑOS CADA VEZ ASISTE MÁS GENTE, LES AGRADEZCO MUCHO POR LO QUE ME HALAGAN COMO DICE ANDY , A ALGUNOS NO LOS CONOZCO PERSONALMENTE,PERO SI ESTÁN MUY CERCA MÍO.PERO, SI BIEN ES CIERTO, QUE A TODOS NOS GUSTA UN MIMO, NO ALARDEEN TANTO, QUE ME VA A CRECER LA COLA DEL PAVO REAL. Y ESO NO ESTÁ NADA BIEN . CAERÍA COMO DICDE jUNG EN PECADO DE HYBRIS, ES DECIR DE OMNIPOTENCIA Y ORGULLO. y ESO SERÍA TOTALMENTE LO OPUESTO A LO QUE INTENTAMOS HACER

Anónimo dijo...

En medio de la arrolladora avalancha tecnológica, que ha tenido en Sunami su expresión sincrónica, como diría Jung, nuestra humanidad se debate buscando un Faro. Gracias, Teresita, por sentir de esa manera. Y por expresar lo que todos sentimos. Fue Ortega quien dijo, creo, que todo autor talentoso, hace sentir plagiado al lector. Osvaldo Loisi